Por sus garantías democráticas, prosperidad económica y sociedad abierta, España es uno de los países más deseados para emigrar. Sin embargo, como cualquiera nación diferente a la propia, plantea una serie de riesgos y dificultades para el visitante extranjero.
La cobertura sanitaria, extensible al conjunto de la población residente, adolece de carencias para el público extranjero. Para disfrutar de una cobertura plena, es recomendable contratar un seguro médico privado para extranjeros, disponible en las principales compañías aseguradoras del mercado español.
De este modo, los extranjeros cuentan con asistencia médica ante cualquier accidente o problema de salud. Las coberturas proporcionan acceso al sistema nacional de salud público, incluyendo los servicios de pediatría, la hospitalización, las pruebas diagnósticas, la cirugía, etcétera.
Aunque la promoción turística haya convertido España en un «paraíso de sol y playa», el clima mediterráneo convive aquí con el atlántico. Esto significa que el equipaje debe prepararse considerando la variedad climatológica existente entre las comunidades y provincias del sur y del norte peninsular, por citar dos extremos.
Respecto a la red de carreteras, trenes y cercanías que comunican España, es aconsejable que los visitantes extranjeros se informen acerca de los medios de transporte disponibles y de los horarios y precios vigentes en una fecha determinada.
La moneda puede ser otro punto de conflicto entre España y el extranjero, si este proviene de países que no pertenezcan a la Unión Europea. La divisa oficial es el euro, cuya unidad mínima es el euro, formado por cien céntimos; circula en monedas de un céntimo a 2 euros, y en billetes de cinco a quinientos euros.
Para efectuar el cambio de divisas, el interesado puede solventar este problema, bien en el mismo aeropuerto de llegada, bien en cualquier establecimiento dedicado a esta operativa, completamente liberalizada en España. En otras palabras, no existe un cambio oficial, sino que cada entidad posee sus propios tipos de cambio, más o menos favorables para el cliente.